¿Cómo funciona el comercio de las materias primas?

¿Cómo funciona el comercio de las materias primas?

octubre 21, 2022 Desactivado Por Marco Dominguez

En el mundo de las inversiones, el comercio de las materias primas es una actividad de alto riesgo y alta recompensa. Esto es lo que debes saber antes de empezar.

Los productos básicos son materias primas, como el maíz, la harina, el aceite y los metales. El comercio de productos básicos consiste en la compra y venta de estas materias primas. A veces implica el comercio físico de mercancías. Pero lo más frecuente es que se haga a través de contratos de futuros, en los que se acuerda comprar o vender una materia prima a un precio determinado en una fecha concreta.

Las materias primas pueden añadir diversificación a una cartera de inversión y proporcionar una cobertura contra la inflación. Sin embargo, también son muy volátiles. El comercio de materias primas es complejo porque factores como los fenómenos meteorológicos y los conflictos políticos, que a menudo son difíciles de predecir, pueden tener un gran impacto en los precios.

 

¿Qué es el comercio de materias primas?

El comercio de materias primas consiste en la compra y venta de estos materiales intercambiables a granel. A menudo, estas materias primas son los componentes básicos de los productos manufacturados.

Los operadores de materias primas apuestan por la evolución del precio de la materia prima. Si creen que el precio de una materia prima subirá, compran futuros, o se ponen en largo. Si creen que el precio bajará, se venden futuros, o se pone en corto.

 

 

Invertir en maíz

 

 

Aunque es posible comerciar con materias primas comprando y vendiendo la materia prima física, es mucho más común comerciar mediante contratos de futuros. Estos acuerdos especifican las condiciones de entrega de un bien para una fecha determinada en el futuro. Suelen ser utilizados por productores o grandes consumidores industriales como herramienta de gestión del riesgo en caso de que los precios aumenten o disminuyan.

 

Tipos de materias primas

Los inversionistas dividen las materias primas en dos categorías: duras y blandas. Las materias primas duras requieren la extracción o la perforación para encontrarlas. Las materias primas blandas se cultivan en granjas. Hay cuatro tipos principales de materias primas:

  • Productos agrícolas: Materias primas blandas que incluyen cultivos como el café, el maíz, el trigo, la soja, el algodón y la madera.
  • Ganado y carne: Materias primas blandas que incluyen el ganado en pie, la carne de vacuno, las vísceras de cerdo y la leche.
  • Productos energéticos: Materias primas duras que incluyen el petróleo crudo, el gas natural, la gasolina sin plomo, el propano, el etanol y el carbón.
  • Metales: Materias primas duras que incluyen metales preciosos como el oro y la plata y metales industriales como el cobre, el aluminio y el paladio.

 

Cómo invertir en materias primas

El comercio de materias primas no es la única forma de invertir en ellas. Aquí hay cuatro formas básicas.

1. Invertir directamente en la materia prima

La forma más sencilla de invertir en materias primas es comprarlas físicamente. Una de las ventajas es que no tienes que recurrir a un tercero. Por lo general, puedes hacer una simple búsqueda en Internet para encontrar un distribuidor que venda un bien concreto. Cuando ya no lo quieres, ese vendedor suele comprarlo de nuevo. Pero hay que resolver la logística de entrega y almacenamiento.

 

 

Compra de materias primas

 

 

2. Invertir en contratos de futuros

Se puede operar con derivados de materias primas, como los contratos de futuros, siempre que tenga una cuenta de corretaje que lo permita. Pero los contratos de futuros están pensados en gran medida para las grandes empresas dedicadas a las materias primas y no para los particulares.

Al negociar con futuros, se le pedirá que se mantenga una determinada cantidad de capital, conocida como margen, en su cuenta de corretaje. Uno de los riesgos de negociar con materias primas es que los requisitos de margen suelen ser inferiores a los de las acciones.

 

3. Invertir en acciones de materias primas

Otra forma de invertir en materias primas es comprar acciones de las empresas que las producen. Por ejemplo, puedes comprar acciones de metales, de energía o de carne.

Una empresa productora de materias primas no subirá o bajará necesariamente en función de la materia prima que produce. Por supuesto, una empresa productora de petróleo se beneficiará cuando los precios del crudo suban y sufrirá cuando bajen. Pero es mucho más importante la cantidad de petróleo que tiene en sus reservas y si tiene lucrativos contratos de suministro con compradores de gran demanda.

 

4. Invertir en ETFs y fondos de inversión en materias primas

Los fondos cotizados de materias primas (ETF) y los fondos de inversión ofrecen una exposición a las materias primas para aquellos que no quieren comprarlas directamente. Puedes encontrar un fondo de inversión que invierta en materiales físicos, acciones de materias primas, contratos de futuros o una combinación.

Sin embargo, los fondos de las materias primas pueden no moverse en sincronía con el precio del bien subyacente. Esto puede sorprender a los nuevos inversionistas.

 

 

ETFs de materias primas

 

 

¿Es buena idea invertir en materias primas?

El comercio de materias primas es una actividad de alto riesgo y alta recompensa. Puede ser un medio eficaz para cubrir tu cartera contra un mercado bajista o la inflación.

Pero solo deberías considerarlo si conoces bien la dinámica de la oferta y la demanda del mercado de materias primas. Eso incluye el conocimiento de las tendencias históricas de los precios y de lo que ocurre en tiempo real.

Gran parte del comercio de materias primas equivale a la especulación, no a la inversión. Factores imprevisibles como el clima, las enfermedades y las catástrofes naturales pueden tener enormes efectos en los precios de las materias primas a corto plazo.

 


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